En la isla canaria de Lanzarote, conocida por sus paisajes volcánicos, hermosas playas y espectaculares vistas al Atlántico, se encuentra un santuario único en su género: El Jardín de Cactus. Fue la última obra del célebre arquitecto César Manrique y representa un testimonio de su ingenio artístico, en combinación con su amor por la naturaleza.
Historia y diseño
El Jardín de Cactus es un proyecto que nació de la visión creativa de César Manrique en la década de 1960. Sin embargo, no fue hasta 1973 que se daría un tímido comienzo de las obras, con la restauración el molino de millo y el amurallado los alrededores. El comienzo de la obra se retrasaría en varias oportunidades para que finalmente fuese retomada a finales de los años 80’ y terminada en 1990.
El diseño del jardín es una obra maestra de la integración paisajística (entorno) con elementos arquitectónicos. Manrique aprovechó las características naturales del terreno y las fusionó con elementos arquitectónicos, esculturales y pintorescos propios de su estilo, como el uso de muros encalados, piedra volcánica y la presencia de agua. El resultado es un paisaje cautivador que combina la exuberancia de las plantas con la sobriedad del entorno volcánico.
En cuánto al lugar para hacer el Jardín de Cactus, César Manrique se propuso transformar una antigua cantera de extracción de roca volcánica en un espacio dedicado a la conservación y exhibición de cactus de todo el mundo. No solo eligió este lugar por su potencial para albergar variadas especies de cactus, sino que también lo hizo con la intención de rehabilitar un paraje casi abandonado y restaurar su valor paisajístico.
La colección de cactus
El Jardín de Cactus alberga una impresionante colección de más de 500 especies diferentes de cactus y suculentas, procedentes de distintas partes del mundo. Desde los desiertos de América hasta las regiones áridas de África, cada planta encuentra en este jardín un hogar donde florecer y ser admirada por los visitantes.
Los más de 4500 ejemplares, con sus formas caprichosas y variadas tonalidades, son los protagonistas indiscutibles de este oasis botánico. Entre las especies que podrás apreciar, se encuentran el “gigante” candelabro (Euphorbia ingens) de 7 metros de altura, perfecto para fotografiar. Curiosamente, este fue el primero que plantó César Manrique, en 1989. También encontrarás el popular e indispensable “cojines de suegra” (Echinocactus grusonii), llamado de esta graciosa forma por su tamaño y forma de cojín.
En tu visita, también encontrarás otras variedades, como los nopales (Opuntia ficus-indica) y los barriles de oro (Ferocactus glaucescens). Cada uno de ellos aporta su singularidad al conjunto, creando un espectáculo visual inigualable. Lo mejor de todo es que cada especie tiene su descripción con nombre y origen, lo que es genial para aprender más sobre ellos.
Experiencia gastronómica para complementar la visita
Además de su espectacular belleza natural, el Jardín de Cactus ofrece una experiencia gastronómica única en su restaurante, donde podrás deleitarte con una selección de platos inspirados en la cocina canaria. Podrás probar las deliciosas papas arrugadas con mojo, así como también el queso de cabra local.
A pesar de la variada oferta culinaria, el “plato fuerte” viene de la incorporación del propio cactus a la cocina. Tendrás la oportunidad de probar las croquetas melosas de tunera, los rollitos de pollo y nopal, o bien, la hamburguesa vegetariana de cactus, millo y papa. Además, podrás acompañar la comida con una selección de vinos canarios, que complementan a la perfección los sabores de la cocina regional.
En el restaurante del Jardín de Cactus no solo disfrutarás de comidas exquisitas, sino también de creaciones artísticas de Manrique. Entre estas destacan el mural simbólico y la iluminación muy especial con lámparas en forma de hojas de tunera. Además, la vista panorámica es espectacular.
Entrada normal y entrada “insólita”
Tendrás 2 tipos de entradas para visitar el Jardín de Cactus: normal y la de “Experiencia Insólita”. La entrada normal tiene un costo aproximado de 8.00 EUR (adulto), mientras que la entrada de Experiencia Insólita tiene un costo aproximado de 35.00 EUR (adulto).
La entrada normal te permite visitar el jardín, molino, restaurante, la tienda y el estanque con normalidad. Por su parte, la Experiencia Insólita consiste en un recorrido guiado con un grupo reducido y en horarios exclusivos. En este recorrido podrás aprender cada detalle y curiosidad sobre su construcción y conocerás la visión y la forma de crear de Cesar Manrique. Al final disfrutarás degustación de aperitivos con productos locales y vino de Lanzarote.