En el vasto y cautivador archipiélago de las Islas Canarias, donde la naturaleza despliega su majestuosidad en formas imponentes, se encuentra Caldera Blanca, una joya natural ubicada en la isla de Lanzarote. Esta maravilla geológica, que se alza como un testamento vivo del pasado volcánico de la región, te ofrecerá una experiencia que nunca podrás olvidar.
Origen y formación
Caldera Blanca debe su nombre a los riscos blancos que enmarcan su borde, una característica distintiva que añade un aura de misterio y grandeza a este monumento natural. Esta caldera es el resultado de antiguas erupciones volcánicas que moldearon el paisaje de Lanzarote hace millones de años.
El proceso de formación de la caldera comenzó con violentas erupciones que dieron lugar a la expulsión de magma y ceniza, seguidas de un colapso del terreno, creando una estructura en forma de cuenco. A lo largo del tiempo, la erosión y la actividad volcánica de Timanfaya de 1730 contribuyeron a definir los contornos actuales de este impresionante cráter.
Ruta de senderismo
Si eres amante del senderismo y la aventura, Caldera Blanca es una visita obligada. Podrás explorar sus rincones más remotos y disfrutar de vistas panorámicas incomparables. Los senderos serpentean entre formaciones rocosas imponentes y campos de lava solidificada, ofreciéndote una experiencia inigualable.
El punto de partida más común es el de Mancha Blanca, para luego terminar en Caldera Blanca. Son 10 kilómetros de recorrido que combina sendero, pista y asfalto para hacerlo más desafiante. Sin embargo, la ruta no requiere una exigencia física descabellada, por lo que es una ruta perfecta para cualquier persona.
Punto de partida: Iglesia de los Dolores
La Iglesia de los Dolores, ubicada en el encantador pueblo de Mancha Blanca, sirve como punto de partida para esta emocionante aventura de senderismo hacia Caldera Blanca. Rodeada de un paisaje pintoresco y tranquilo, la iglesia proporciona un ambiente sereno desde el cual los excursionistas pueden comenzar su viaje.
Al iniciar la caminata, podrás disfrutar de las vistas de los campos volcánicos que rodean la localidad, para así prepararte mentalmente para la experiencia que te espera. Es importante que recomendarte que lleves hidratación, gorra, protector solar y un calzado adecuado para comenzar tu aventura. Ahora sí, estás listo para adentrarte en el sendero que te llevará a La Caldereta y posteriormente al borde de la impresionante Caldera Blanca.
Travesía por La Caldereta
Luego de aproximadamente 1 kilómetro de recorrido (30 minutos), llegarás al volcán La Caldereta. Seguro te parecerá imponente, gracias a su altura de 324 metros y diámetro de 300 metros. Un aspecto positivo de este volcán es que te permite ver el interior sin llegar a la cima, debido a la forma que tiene.
Ascenso hacia Caldera Blanca
Después de atravesar La Caldereta, podrás prepararte para el tramo final del viaje: el ascenso hacia Caldera Blanca. En este tramo serás recibido por un paisaje surrealista, con formaciones rocosas caprichosas y mares de lava solidificada que cuentan la historia de la actividad volcánica pasada. Haciendo un hermoso contraste, podrás observar formaciones verdosas en muchas de las rocas volcánicas, llamadas líquenes. Estos seres vivos son una simbiosis entre un hongo y un alga o una cianobacteria y tienen la capacidad de colonizar y adaptarse a ambientes extremos.
Todo este tramo se caracteriza por una combinación de colores sinigual. Los colores blanquecinos de La Caldereta y Caldera Blanca generan un contraste de ensueño con las rocas negras y las formaciones de líquenes. Además, el marrón de ciertos tramos de tierra completa la paleta de colores que te harán sentir como en otro mundo.
Llegada a Caldera Blanca
Finalmente, después de una caminata emocionante, y aproximadamente 15 minutos de ascenso, llegarás al borde de Caldera Blanca. Aquí serás recibido por la vista impresionante del cráter volcánico (de gigante diámetro de 1200 metros), sus paredes escarpadas y su suelo cubierto de ceniza blanca que contrasta con el azul del cielo.
Desde este punto, las vistas hacia cualquier dirección son impresionantes. Sin embargo, si quieres disfrutar las más exclusivas vistas de esta experiencia, te recomendamos seguir caminando en el anillo superior. Habrá un punto donde podrás apreciar el mar y, con ello, el archipiélago Chinijo, conformado por la isla de La Graciosa y los islotes de Alegranza y Montaña Clara. También tendrás una vista espectacular del Parque Nacional de Timanfaya y de la ya transitada Caldereta.
Caldera Blanca, con su impresionante belleza natural y su fascinante historia geológica, representa uno de los tesoros más preciados de Lanzarote. Desde sus imponentes acantilados blancos hasta sus senderos serpenteantes, este monumento volcánico ofrece una experiencia inolvidable para aquellos que buscan conectar con la naturaleza y explorar los misterios del pasado.